El cuerpo de ejecutivos tiene una vida profesional y personal suficientemente intensa y compleja como para que les resulte muy complicado el mantener una comunicación adecuada para los cargos que ejecutan.

A menudo se mezcla la vida personal con la profesional y, a parte de ser inadecuado, el problema viene cuando no se activa un plan de comunicación establecido para cada momento.

Las empresas a las que representan necesitan del “savoir faire” de estos profesionales para mejorar su engagement con clientes y proveedores e incluso el branding de la marca.

Esto puede hacer que el personal brand quede contaminado o excluido y que por tanto se “pierda” parte de la esencia humana de sus comunicaciones.

Cuando encargamos estas tareas a personas que dominan lo “administrativo” o lo “informático” dejamos de lado las connotaciones sociales que es en realidad lo que necesita ser realizado.

Solamente tratando ésto con la ingeniería de marketing adecuada podemos obtener el ROI y posicionamiento adecuado.

Entremezclado de manera adecuada la vida profesional con lo personal y lo empresarial podemos recorrer el universo de las oportunidades y consolidarnos en estos mercados que en realidad son los que acaban pagando las facturas.

Por otro lado en España solo son considerados cargos ejecutivos a aquellas personas que por relevancia social ocupan plazas que en ocasiones no están preparadas para realizar estas tareas de comunicación y son sus equipos de cargos de confianza los que realizan las labores.

En cualquier caso sólo los ejecutivos de empresas de alto nivel o una proyección internacional son los que parten la pana, disponen de equipos humanos que gestionan esta comunicación de manera eficiente. Disponen de las herramientas adecuadas para que todo esté listo en el momento adecuado. Mientras que las empresas más modestas siguen pensando que esta comunicación es puramente un gasto más que una inversión de futuro. Los grandes especialistas ejecutivos en el mundo disponen, a veces, de más presupuesto que la propia marca, ya que ellos deben exponerse al mundo, mientras que la marca solo se comunica con sectores muy concretos en su industria.

En desmárcate ¡YA! estamos preparados y equipados para gestionar esta comunicación de manera eficiente, destinando los recursos adecuados para que las vidas empresariales, sociales y personales se balanceen de manera adecuada, pudiendo destinar suficiente personal para que la comunicación sea eficiente y efectiva.