El mensaje está escrito, lo hacemos cada día. Ahora solo falta conocer el buzón al que debe llegar, y aun sabiendo cual, ¿cómo hacerlo llegar?
Te preparas los contenidos durante horas, escoges la mejor imagen… no llego. ¿Qué hago mal?
No basta con ser ingenioso, divertido o capaz. Tienes que conocer las técnicas de comunicación para que ese mensaje colme las necesidades de alguien.
Estas preparado pero el mensaje solo es una carta en el interior de una botella lanzada el alguno de los siete mares esperando que llegue a la playa adecuada.
No esperes cambios haciendo las mismas cosas, busca a tu público y acércate a él, averigua sus necesidades y sé capaz de proporcionarle la experiencia que necesita. Llena su sonrisa de placer, y sigue conversando.
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