A excepción de algún ágrafo, -que haberlos haylos- todos sabemos juntar letras, pero eso no nos convierte en  periodistas, como no todos los que conducen motos y coches corren en circuitos de velocidad.

Si la máxima de la comunicación digital sigue siendo que el contenido es el rey, habría que creérselo e incorporar a los equipos de Social Media para realizar un buen marketing de contenidos a los periodistas que son profesionales en la búsqueda, selección, síntesis y redacción  de contenidos.

Toda comunicación es estratégica porque siempre tiene una intención, no existe la comunicación gratuita. El que comunica puede querer informar, persuadir, convencer, divertir, enseñar y hasta el infinito de las motivaciones porque hasta el que no quiere comunicar ya nos está diciendo algo.

El periodista es un comunicador nato, lleva en su ADN el querer contar historias, sabe como documentarlas y como narrarlas y servirlas al peso según el número de palabras demandadas.

Mientras los cerebros de los programadores piensan en binario con sus ceros y sus unos, los periodistas pensamos en titulares, esos de los que se dice que son imprescindibles para seducir audiencias y crear “engagement”, complicidad o implicación con nuestros públicos. Tanto nos gustan los titulares que es verdad aquello que no dejamos que la realidad no los estropeen.

Los periodistas sólo somos virtuales por causa de fuerza mayor, somos infantería de a pie, avezados en escribir en tiempos limitados sobre los temas que elegimos o que nos eligen y que se traban sin reserva con ellos hasta decir misión cumplida.

La comunicación rompió hace tiempo la  frontera  entre los medios off line (los llamados massmedia como prensa, radio y televisión) y los on-line,   al incorporare estos últimos a los entornos digitales.

Si el primer mandamiento es que los contenidos son el rey, el segundo es la búsqueda de los públicos objetivos para nuestras estrategias de marketing on-line y un público prioritario son los propios medios de comunicación plenamente incorporados al mundo digital a través de las redes sociales, los blogs y las web corporativas de sus respectivos medios.

¿Va a  ser tu primo, colega, sobrino friki el que busque, seleccione y monitorice los medios de comunicación que hemos incorporado a una campaña? ¿Va a ser el ínclito y maravilloso, el de los dedos vertiginosos, el que sea capaz de resumir un documento de campaña de 30 folios en un post de 500 palabras y con un titular que enganche que no sea el manoseado los diez, cinco, siete, etc …… para conseguir el no sé qué?.

Un equipo de Social Media es un pelotón de guerrilla interdisciplinar, programadores, diseñadores gráficos, comerciales, expertos en SEO, SEM, analítica web, marketing, publicistas, pero ¿dónde está la infantería? ¿quién hace el trabajo sobre el terreno, la curación de contenidos, la monitorización en medios, las notas de prensa para medios de comunicación, el contacto con redactores y editores de publicaciones que incorporamos como destinatarios de los contenidos de nuestros clientes, quién controla la gestión de una comparecencia pública, quién asesora en un hipotético caso de comunicación de crisis?

Si tu estrategia es mantener en el trono a los contenidos,  en tu pelotón de social media no te olvides de la fiel infantería

Si la tarea es asumida por todos, porque todos sabemos juntar letras nos encontramos pies de fotos irrelevantes, titulares manidos, faltas de ortografía o sintaxis incorrectas, barbarismos y anglicismos, textos farragosos o confusos,  post sin puntuación que se asemejan a los experimentos de escritura automática, falta de originalidad, corta- pegas disimulados o descarados,  enlaces sin ningún tipo de aportaciones, presentaciones improvisadas y fallidas por descuidar sencillos detalles técnicos,  arqueo de cejas de incredulidad de otros periodistas ante una puesta en escena que ignora sus necesidades y sus rutinas de trabajo y que nos pueden dejar en muy mal lugar delante de nuestros clientes.

Por eso, si tienes un equipo que trabaja en el Social Media Marketing  incorpora a un periodista. Tú crees que será un intangible para tu equipo, pero en cuanto se pose sobre el terreno, te darás cuenta del gran valor añadido que puede proporcionar a tu equipo por su capacidad de adaptación, la versatilidad para asumir tareas por su olfato de audiencias y sus artes de nigromante en contenidos y  titulares.

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