Acostumbra a pasar que en comercio, el uso de nuevas tecnologías puede ser correoso, los pequeños empresarios son reticentes a implantar cosas que no comprenden, y cuando lo hacen sienten que están solos. Si han encontrado a un asesor o comercial de tecnologías que les acompañe en el proceso, parece que siempre está vendiéndoles cosas o que simplemente quiere cobrar horas de asesoría «con lo fácil que era».
Un caso parecido ocurrió con la aparición de los códigos de barras tradicionales y posteriormente con los de alta capacidad como son los QR y BIDI.
En principio todo el mundo comprendía para qué servían los códigos de barras «convencionales» o originales, ya que en los supermercados y grandes superficies existía un scanner con el que poder leerlos, pero era una tecnología inasumible para el público de a pie ya que requería hardware complejo y software inasequible para ellos. Al tiempo que la capacidad de almacenamiento de esos códigos es bastante limitada
En 1994 la compañía japonesa Denso Wave creó el QR (Quick Response Code) Fué creado para Toyota para la identificación de vehículos y recambios y consistía que mediante un sistema de lectura de alta velocidad y densidad de información pudieran acceder a todas sus partes de manera rápida y eficiente y sobre todo sin tener que cargar con equipos de gran tamaño para poder hacer las lecturas.
El estándar japonés para códigos QR (JIS X 0510) se publicó en enero de 1998 y su correspondiente estándar internacional ISO (ISO/IEC18004) se aprobó en junio de 2000. Un detalle importante sobre el código QR es que, a diferencia de otros formatos de códigos de barras bidimensionales como el BIDI, su código es abierto y sus derechos de patente (propiedad de Denso Wave) no se ejercen.
[vc_row][vc_column width=»1/3″] [/vc_column][vc_column width=»2/3″]En la primera imagen podemos encontrar el código de barras tradicional, en el que se puede «incrustar» in número limitado de datos, y que al ser de tan corta posibilidad sería un verdadero problema a la hora de poder crear campañas de información, presentación o fidelización. Mientras que lo que podemos «incluir» en los QR/BIDI podemos hacer casi cualquier cosa con ellos.[vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» border_style=» thickness=» up=» down=»]
Si observamos las imágenes de la izquierda podremos encontrar múltiples aplicaciones a la hora de insertar los códigos QR y BIBI en productos, e incluso encontrar otras aplicaciones con las poder divertir a nuestros seguidores.[vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» border_style=» thickness=» up=» down=»]
Por supuesto podemos volvernos tan creativos como deseemos y dar todo el valor añadido que queramos a nuestras campaña.[vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» border_style=» thickness=» up=» down=»] Claro que en general serán campañas en 1.0 a que Si estás viendo el contenido desde un terminal digital. ¿Para qué quieres el código? Por supuesto puede ser un factor de valor añadido a una campaña digital, pero realmente es complicado poder hacer que funcione (la campaña).[vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» border_style=» thickness=» up=» down=»]
Siempre nos quedará no solo el dirigir a los scanners hacia web corporativas, sus aplicaciones son múltiples y en la izquierda veremos que con un poco de «maña» podemos sacarle mucho jugo.[vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» border_style=» thickness=» up=» down=»]Debemos tener en cuenta que aunque mostramos campañas de gran presupuesto (HP, Candice Secret, Intel) en realidad son las que hemos escogido por encontrarse entre imágenes de libre uso (y por ahora no me puedo permitir un litigio por uso de marca de otras empresas. Es una tecnología al alcance de cualquier persona o empresa por pequeña que sea, por supuesto que requiere de ciertas habilidades (como en todas las tecnologías) pero «hacerse» un QR tradicional es tán sencillo como acceder a una página web y crearlo directamente siguiendo este enlace.[vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» border_style=» thickness=» up=» down=»]
Debemos cuidar mucho lo que hemos hablado de que los códigos QR son de código abierto y que las patentes no se ejecutan, si por el contrario queremos un BIDI (creación europea) por supuesto que podemos, pero las limitaciones son muchas y probablemente al final, si nuestras campañas no son grandes, sea económicamente inviables.[vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» border_style=» thickness=» up=» down=»] Al final os pasamos el BIDI creado con «personalidad propia» que hemos creado para desmárcate ¡YA![vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» border_style=» thickness=» up=» down=»]
No se a vosotros, pero a mi se me ocurren mil opciones para usar los QR/BIDI en los comercios. Por ejemplo en estanterías o envoltorios en los que dar la información necesaria sobre el producto, o en una etiqueta colgada de la bolsa de regalo para que se pueda acceder a la información de localización del comercio. Por supuesto para campañas «en corto» para clientes y ponerlo en escaparate para que puedan acceder a información exclusiva… En fin, mil ideas.[vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» border_style=» thickness=» up=» down=»]
Si queréis descargar un lector de QR/BIDI desde IOS podéis seguir este enlace y si queréis desde Android aquí. EN windows phone es mucho más sencillo, ya que tanto la versión 7.x como la 8 puede reconocerlos sin instalar nada. Para ello, es tan sencillo como irnos a la búsqueda de Windows Phone. Veremos en la parte inferior el símbolo de un ojo. Lo pulsamos y arrancará la cámara y la dirigimos al código QR[vc_separator type=’transparent’ position=’center’ color=» border_style=» thickness=» up=» down=»]
¿Crees que puede ser una tecnología aplicable en comercio o solo es un desvarío de un geek?
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