Si escuchamos a los que saben de estas cosas veremos que el mundo es social, tanto que llegamos a estados de información anárquicos y que en principio cada uno hace lo que le da la gana. Me refiero a las relaciones entre usuarios y las marcas, donde los primeros pueden decir lo que les de la gana y los segundos pueden interactuar o dejar que los comentarios se los lleve el viento.
Por supuesto, las marcas pueden intentar pasar de los comentarios de sus usuarios, pero no tienen derecho al olvido, los usuarios tienen el derecho a estar disconformes y a mostrar su indignación y si tenemos en cuenta la velocidad a la que pueden trabajar las oficinas del consumidor y en última instancia el Defensor del Pueblo me temo que no queda otra que el derecho a la pataleta.
Una de las cosas que deberíamos distinguir es que las agencias de marketing, las de desarrollo visual y las de publicidad no son lo mismo, de hecho nunca va a lo mismo. Cierto que todas ellas deben tener conocimientos e incluso departamentos en los que se trabajen esas labores, pero serán siempre departamentos muy bien separados y deberían estar mejor comunicados. (Comunicación interna, esa gran olvidada)
Hace unos meses la Comunidad Europea le dió un toque de atención a las empresas estadounidenses con la supresión del Safe Harbor. Por supuesto esas entidades inamovibles y sus gestores de control se pusieron de acuerdo provisionalmente consiguiendo, al menos en parte, que se pusieran de acuerdo y por tanto todo volvió a la normalidad (nerviosa, pero normalidad).
Podemos recordar un post del mes de enero pasado en el que damos algunas ideas de tendencias o estilos para este año en social media, y desde luego no son líneas inamovibles, pero podría ser un primer estilo.
Si lo tomamos desde una agencia de publicidad deberíamos tener en cuenta la entrada de nuestra compañera Patricia Martín que nos habla de marketing desintoxicante, y seguro que como poco resulta refrescante.
Dicen los sabios que las empresas deben ser sociales y que debemos segmentar a nuestros seguidores para poder tener el impacto que necesitamos, si lo orientamos a la venta directamente volveremos a hablar de agencias de publicidad, mientras que si lo hacemos en connotación estratégica y de obtención de resultados a medio y largo plazo por supuesto nos quedamos en agencias de marketing.
Si hablamos de comunicación debemos cuidar nuestro lenguaje, proporcionar a nuestros comunicadores todas las herramientas necesarias, pero no hablamos de herramientas al huso, más bien de la facilidad de comunicarnos en el lenguaje adecuado y que sea entendible por el target que hemos escogido.
Debemos tener en cuenta muchas cosas, es por eso que a veces se difuminan las líneas de inicio y final entre agencias, y que entidades sean confundidas de una u otra manera, lo cierto es que como no estamos dispuestos a entrar en el debate de perder una cuenta somos capaces de hacer lo que que sea necesario aunque sea perdiendo parte del lenguaje propio, pero ¿como pretendemos manejar las cuentas de un cliente pidiendo coherencia si no somos capaces de conocer nuestros límites?.
Procuramos orientar a nuestros clientes para que hagan bien las cosas pero somos los primeros en mantener una línea de comunicación como poco inadecuada. Podemos caer en el error de servir estilo deficiente o al menos que lo parezca, mientras exigimos rigurosidad y coherencia. ¿Recuerdas la entrada de la teoría de las ventanas rotas?.
Claro que para que una agencia de marketing o incluso del tipo que sea debe poseer algunas cosas que la hagan estable, lo fácil es la estandarización de las comunicaciones, pero me temo que hay por hoy no sirve, las empresas deben comunicar a su manera, con su estilo y la agencia (grande o pequeña, interna o externa) que gestione esta comunicación debería ser inexorablemente muy elástica. Debe ser capaz de crear campañas completamente a medida y ser muy flexible. ¿Que eso es imposible en una agencia pequeña? realmente no, justamente en las pequeñas donde los responsables de comunicación son poco o informan a pocos jefes las hace mucho más dinámicas y con carácter suficiente como para lanzar pequeñas (o no tan pequeñas) campañas muy exclusivas y segmentando muy bien el target.
Aquella agencia que sea capaz de hacer las cosas de muchas maneras, si bien es cierto que dicen que mejor especializarse, puede tener una visión mucho más amplia del mercado y cuanto menos estandarice sus sistemas de comunicación será mucho más eficiente en nuevas campañas, mientras que los creativos serán capaces de lanzar locas ideas que acaban calando profundo en las personas que reciban el mensaje.
La agencia tipo, no debe buscar excusas por ninguna limitación, debe ser muy inteligente y creativa y disponer de las habilidades técnicas o creativas como para proporcionar soluciones eficientes por muchas limitaciones que les pongan, por supuesto todo tiene un límite y con presupuesto cero no va a poder trabajar. Por contra de los que muchos piensan una agencia de marketing, publicidad o del tipo que sea no es una ONG para que las empresas crezcan, su personal come todos los días (a menudo varias veces) y tienen sus gastos, no esperes que te monten una campaña de Facebook Ads con un presupuesto diario de cinco euros y que no te cobren por el trabajo de crearlo y mantenerlo.
Debo decir que a veces parece que los creativos que preparan contenidos o campañas se han olvidado de las viejas prácticas, no digo que el marketing antiguo sea mejor «ni se me ocurriría» pero a veces mezclando o combinando acciones nuevas con las no tan nuevas puede resultar algo interesante, seductor e incluso innovador. El salir a la calle y desplegar herramientas 1.0 puede ser algo extraño. A todos nos gusta salir lo justo y cuando lo hacemos nos armamos de nuestros smartphones de última generación y tomar «notas» de voz en lugar de escribir en un bloc.
Esa agencia tipo tiene un arduo trabajo, debe hacer pedagogía de su trabajo. Explicando una y otra vez en qué consiste su trabajo y los beneficios que se obtienen es la única manera que tenemos para conseguir que nuestros clientes no nos vean como un diseñador de web (exclusivamente) o como un formador de tendencias o un maestro de tecnologías.
A veces me canso de explicar que en desmárcate ¡YA! no somos informáticos, ni arreglamos ordenadores (normalmente) ni instalamos programas y aplicaciones y que incluso muy raramente hacemos uso de los smartphones más que para hacer seguimientos o tomar algunas instantáneas del día a día. Preferimos usar herramientas potentes y con mucha capacidad de trabajo, los teléfonos inteligentes nunca (al menos por ahora) van a poder sustituir la capacidad de proceso de un ordenador convencional (por mucho que se empeñen). La maquinaria se usa y se desgasta y un teléfono nunca va a poder sustituir a un teclado convencional a la hora de redactar contenidos.
Si acabamos aprendiendo a explicar qué y cómo hacemos las cosas es probable que nuestros clientes se lo crean y dejen de pensar que usar cuatro plantillas free descargadas de cualquier base de conocimiento y que nos limitamos a aplicarlas para todos los clientes por igual. Nuestros trabajos son personalizados y cuando usamos plantillas son creadas por nosotros mismos, sirviendo exclusivamente para que ante la presión de urgencia de nuestro cliente no olvidemos ninguno de los pasos.
Creo que al final me he embarullado… os ruego disculpas. El caso es que una agencia por muy multidisciplinar que sea no puede hacerlo todo y solo con la capacidad de delegar o transferir será posible obtener todos los resultados en la medida que precisa nuestro cliente.
¿Estás preparado?
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