Se oye por ahí:

«Lo importante no son las cartas, sino como las juegas».

Nos encantan los eslóganes, citas y frases célebres así de contundentes.

Si llevamos esa frase al marketing podríamos decir: «Lo importante no es el producto sino como lo vendas».

¿Qué hay de verdad y de incierto en esta frase?

Muchos productos malos, buenos o mediocres se han vendido por tener una buena campaña de publicidad detrás.

Muchos productos, muy buenos, se han quedado en el camino por no tener recursos para una buena campaña de marketing.

Entonces ¿Sólo se venden los productos con grandes campañas publicitarias detrás impagables para muchos?

¿Los empresarios que no pueden permitirse esas grandes campañas están perdidos?

La respuesta es un No rotundo, pero con una coletilla de: va a ser muy difícil.

Se puede vender bien un producto sin dejarse cantidades indecentes de dinero como lo hacen las grandes marcas, pero hay que trabajar mucho más, pero que mucho, mucho, mucho.

No hay ninguna estrategia de ninguna agencia de marketing que juegue con las cartas ganadoras. Ni siquiera las grandes agencias de publicidad.Ninguna cuenta con una bola de cristal, sí con grandes profesionales y muchos recursos.

Es cierto que hay marcas, que por suerte para ellas, sus productos se venden casi solos con el único esfuerzo para el empresario de contratar una agencia «Pepi». Estas agencias hacen campañas alucinantes que nos encantan a todos y consiguen que esos productos/marcas estén en la memoria de todos.

No es que sea el mejor producto, no es que sea la mejor agencia, pero tienen recursos suficientes para que lo parezca.

Cuando hablamos de emprendedores o pymes, la cosa se complica.

No conocen tu marca/producto. Has de conseguir abrir una ventana a este nuevo mundo del marketing digital, donde integramos el marketing de toda la vida con el digital, has de hacerlo muy bien para que te vean, aunque sea de refilón; y has de permanecer paciente aunque muy activo. Innovando hasta ganarte un puesto visible que te haga destacar entre los millones de productos/marcas que hay en el mercado dándose de codazos para ser vistos.

¿Qué tengo que hacer para que se fijen en mi producto/marca y despuntar de las demás,

¡No cuento con un capital para salir por televisión o para hacer una campaña SEM de vértigo y ganar posiciones en Google!

¿Quién tendrá la fórmula para que mi humilde producto llegue al consumidor?

Plan de marketing, trabajo, trabajo y trabajo. Seguir escrupulosamente el plan y más trabajo, trabajo y trabajo. Volver a estructurar el plan de marketing si es necesario, adaptarlo a cada momento, poner foco y seguir trabajando.

Entonces es cuando el empresario resopla y quiere respuestas y fechas.

No hay respuestas certeras ni fechas exactas. El #cortoplacismo no existe para el empresario a diferencia del consumidor que es lo que reclama, quiere y necesita.

Para el empresario de un comercio, sea digital o físico, se presentan diferentes situaciones y han de estar abiertos a las nuevas formas de marketing. Lo que se hacía hace 10 años, que les iba muy bien, ya no es suficiente, «olvidémonos de «aquellos maravillosos años» y bienvenidos al mundo de hoy.

El ¡resistiré! «no vale madre», como dicen mis amigos Mexicanos. No se trata de resistir hasta consumirse, se trata de echarle valor y no temer al cambio.

 

Déjate asesorar por los que un día vivimos igual que tú «aquellos maravillosos años» y no nos hemos estancado, al contrario hemos evolucionado día a día de la mano del marketing digital, integrando la experiencia con las nuevas tecnologías. Os podemos decir con conocimiento de causa, que si trabajamos juntos y aunamos fuerzas y recursos todo fluirá.

Bienvenido a la nueva era del marketing digital.

¿Nos ponemos a trabajar?