A menudo se piensa en el marketing como la manera de vender más, lo que se obvia es que en realidad el marketing es para vender mejor, para enamorar. Todo lo demás debe estar en el plan de ventas y no en el de marketing.
Cuando empezamos un nuevo proyecto no podemos evitar (o no deberíamos) observar lo que hacen las grandes marcas en primer lugar y lo que hacen nuestros competidores más inmediatos, aunque podemos llegar a no tener suficientes capacidades como para comprenderlo si somos nuevos en ésto de la comercialización de productos o servicios.
Últimamente podemos observar a los grandes comunicadores del marketing que usan el concepto «para enamorar» a la hora de comunicar comercialmente. No debemos olvidar que a menudo es complejo medir las acciones de marketing y eso hace que los objetivos puedan volverse abstractos.
Hace unos días estuvimos en el congreso de marketing Canarias Digital, en él pudimos comprender la salud de nuestro entorno, al tiempo que conocimos a grandes profesionales tanto del marketing como de la comercialización y tras un gran sabor de boca pudimos comprender que el marketing está en buenas manos y si eres capaz de encontrar al profesional adecuado para tu marca o campaña el resultado va a ser muy tangible.
Cuando quieres comunicar debes hacerlo con la convicción que cubrirá las necesidades del cliente y éste está buscando satisfacción de nuevas o mejoradas experiencias, por eso el uso del «para enamorar» cuando se desarrolla el plan de marketing, pero si te conformas en competir por precio seguro que tu proyecto quedará flojo y siempre tendrás un competidor que sea capaz de producir un producto similar a mejor precio o que tiene menores gastos de estructura, y por tanto podrá ofrecer mejor precio de venta.
En otras ocasiones hemos hablado de la unidad mínima de venta y de campañas de precios, pero sobre todo lo que hemos hecho mucho hincapié es en que competir en calidad siempre te aportará mejores resultados. Competir con un buen producto siempre proporciona mejor calidad de cliente y si UMV (unidad mínima de venta) está optimizada verás que tus resultados serán los adecuados.
Si una marca es capaz de comprender a sus usuarios es sin duda Coca Cola, la cual desde hace décadas ofrece en sus campañas de comunicación aquello que esperan sus clientes, e independientemente de la «necesidad» del producto (todos sabemos que no se trata de uno de primera necesidad) ha ofrecido siempre la promesa de felicidad.
En la actualidad venimos observando que la conservación del planeta en general y la limpieza de los océanos en particular es una de las principales motivaciones de activismo, ésta marca lo ha escuchado y ha puesto en marcha un proyecto que puede parecer poca cosa, pero si lo analizamos detenidamente veremos que el esfuerzo hecho no está solo en el marketing, si no que a nivel de ingeniería y desarrollo ha sido de dimensiones descomunales.
Obviamente pretende vender producto, pero ha sabido invertir en algo que sus clientes y potenciales van a valorar muy positivamente asegurándose el engagement, y probablemente aquellos que duden en el momento de la compra tendrán una razón sólida para elegir una marca en lugar de otra.
Podéis ver el informe de sostenibilidad 2018 de Coca Cola
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