Blanco, rojo y verde. La marca “Navidad” es inconfundible. Mensajes cargados de buenos deseos dirigidos a la fibra sensible más emotiva: Recordando la infancia, invitando al reencuentro en torno a mesas llenas de platos deliciosos, multiplicando los afectos, las ilusiones…Y los regalos.
En la familia de Desmárcate ¡Ya! nos gustan los regalos sin precio, los que no se compran ni se venden, los que franquean fronteras.
Verde, blanco y rojo son también los colores de la bandera mexicana y hoy queremos dedicar un cariñoso recuerdo a nuestros amigos del otro lado del charco.
Porque hoy empiezan sus celebraciones navideñas:
Con las “posadas” recuerdan las dificultades de José con María a punto de dar a luz, camino de Belén, para encontrar albergue: Se dirigen en procesión, con velas, a distintas casas donde, cantando, los peregrinos (así llamadas las imágenes de San José y la Virgen) piden alojamiento. Cantando se lo deniegan, en dos de ellas, hasta llegar a la posada elegida cada uno de los nueve días que faltan para Noche Buena.
Entonces, al llegar a la posada elegida, decorada con luces, el belén y muchas Flores de Pascua (que antes de la colonización se llamaban cuetlaxóchitl), es tradicional rezar el Rosario delante del Nacimiento.
También se cantan villancicos cuando acaban las letanías y empieza la fiesta rompiendo la piñata, eso que los españoles (como el resto del mundo) identificamos tanto con México, aunque originariamente es italiana: Una olla o jarro de barro decorada con papel crepé de muchos colores, llena de maní (cacahuetes), naranjas, mandarinas, caña de azúcar y caramelos.
Entre cánticos y risas, armados con un palo, los niños han de romperla para recoger el preciado tesoro que se esconde dentro. Hoy en día se hacen con papel maché para evitar herirse, pero siguen simbolizando el pecado roto por la fuerza de la fe. Por eso algunas, las más típicas en Navidad, tienen forma de estrella con siete puntas, una por cada pecado capital.
Y claro, los adultos también tienen su premio: “Ponche con Piquete”. Una bebida caliente hecha con frutas de la estación, canela en rama y algo de aguardiente (ron, tequila, mezcal…). O bien sidra de manzana.
Ahora que lo pienso…Alguna vez me encantaría poder vivir allá unas Navidades.
Por ahora debo conformarme con lo que cuentan en las páginas que han servido de información para este artículo y que han resultado muy interesantes, como, por ejemplo ¡Así se celebra la Navidad en México!
Gracias, también, a la fantástica fotógrafa vallisoletana Ruth Gómez González por las imágenes que lo acompañan.
Os invitamos a completarlo con los comentarios sobre las tradiciones en vuestra familia, en vuestra región, especialidades gastronómicas y cualquier otra cosa que nos permita compartir unos buenos ratos, vengamos de donde vengamos, conociéndonos y acercándonos un poquito más.
¡Feliz Navidad!
Las puertas de Desmárcate ¡Ya! están abiertas.
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