Este post no debería de existir, es más, iba a ser un post sobre «la creación de un logotipo de empresa», algo técnico con su SEO y todo eso, y muy completo para ayudar a esos/as valientes que emprenden sin miedo. Toda la tarde preparándolo para plasmarlo después de cenar, me siento con Bea mi mujer a cenar, en verdad ella ya ha cenado pero sigue a mi lado como cada noche que voy tarde, y como solo veo la tele cuando me siento a comer pues resulta que ponen el anuncio de Justino, y me empieza a inundar una sensación que más adelante entenderás, es entonces cuando decido hacer este post y dejar el otro para otro día.
Hablaría del apartado técnico y de diseño, se lo han currado, pero quien haya creado la historia se lleva el premio gordo, pero solo hablaré de por que nos gustan tanto. (Porfa, el post ya estaba programado y yo en la cama, cuando pensé en poner esto y decirte que mientras he estado escribiendo esta entrada, todo todo el rato he estado escuchando la canción del anuncio, una vez detrás de otra, por ello te reto y te animo a ponértela y leerlo a la vez a partir de aquí, ¿te atreves?, ha sido una grata experiencia)
Este Justino, que hombre, que persona tan admirable, que nombre tan «justo» para su forma de ser. A todos y a todas nos gustaría ser como Justino, en verdad much@s lo somos y lo practicamos cada vez que podemos. Una persona que se olvida y deja de pensar en su vida por unos días para interactuar con sus compañeros de trabajo, que no los ve porque su turno no se lo permite, pero él se acuerda de ellos cada noche cuando está solo.
Creo que le pasa como a mi, y a muchos os pasa seguro, que cuando llega esta época y ponen el anuncio de repente se nos despierta ese espíritu de bondad y de buen karma, y nos ponemos a pensar en las fechas que vienen, en la familia y amigos, en muchos momentos pasados, en la ocasión para estar tod@s juntos como si nunca nos hubiéramos separado, y recordando a los que ya no están en su asiento, por unas cosas u otras.
El justo de Justino, una persona que sale de noche para ir a trabajar, se le nota conformado al principio, pero en su paseo con los recuerdos y la nostalgia se anima una noche en su turno y le da vida a esa pobre fábrica tan sola y triste.
Empieza a dar sorpresas «gratis» a sus compañeros/as, una felicitación de cumpleaños inesperada que despierta una sonrisa, algunas bromas humildes que incluso parece que los maniquíes tienen vida, así él no se siente tan solo. Todos son risas y buenos momentos por la mañana, es lo que pega en el trabajo, pero Justino no está para verlo y esa es la misión de su acción, y lo consigue. Hasta la buena de la limpiadora todo el día mosqueada con los maniquíes para una lado y para otro llega a sonreír, y ella sabe que es él.
Durante todo ese tiempo que Justino ha estado regalando entretenido y disfrutando como una persona alegrándole el día a sus compañeros, ha olvidado algo que en verdad no tiene tanta importancia para él, ya que todos y todas se acuerdan de apuntarse en la lista de la lotería de la empresa menos él.
Pero normal, porque Justino ya estaba cobrándose su «premio gordo» de satisfacción personal, y eso sí que llena a las personas y las hace ricas, millonarias de sensación.
La noche del día del sorteo, mientras nuestro querido Justino se dirige contento en el bus a su puesto de trabajo, ve en el periódico que la lotería les a tocado a los de su fábrica de maniquíes, ¡que tonto he sido! pensaría Justino por dentro, si me hubiera apuntado tendría mi décimo y ahora estaría…
La pena le cambia la expresión de su cara, una persona tan humilde y buena gente como él no se merece eso, aunque sea sin querer queriendo, pero cuando se abre la puerta del ascensor y ve ese maniquí con el décimo, y poco después sale el corcho por los aires y están allí tod@s sus compañer@s…
Gracias a Esperanza, la limpiadora, ellos sabían quien había estado haciendo todo eso con los maniquíes cada noche, ellos sabían quien era el que les había estado regalando y dando algo bueno y humano sin pedirlo, ellos sabían quien les había traído la ilusión de nuevo, y ellos no se olvidaron tampoco de Justino. Esperanza lo apuntó, esperanza necesitaba Justino y eso recibió.
Estos anuncios nos calan tanto por la empatía que tenemos, porque nos gusta y nos atrae las cosas buenas cuando les pasan a las buenas personas, queremos lo mismo e igualito, nos gustan porque nos emocionan esas situaciones donde las personas se ayudan y gana la bondad humana y el apoyo personal, sin querer nada a cambio, es otro tipo de riqueza.
No nos gusta nada estar solos como Justino, y esas personas buenas que están solas despiertan esa sensación de amor y ternura que nos «alegra» el corazón y nos empuja a esa emoción por la empatía.
Queremos ser así, queremos dar y recibir esperanza, que nos pasen cosas así de buenas y solo estar con gente así, donde todo vaya bien y todo sea alegría y buen rollo, porque no estamos aquí para pelearnos ni llevarnos mal, ni para discutir malamente y odiarnos, no estamos hechos para ese fin y no valemos para eso, así solo nos destruimos. Estamos aquí para llevarnos bien entre todos, sea como sea, para eso valemos nada más. Compartir y ser correspondidos, como dice Miguel Pujante en el post del lanzamiento del anuncio el otro día, y yo también me he dejado llevar jefe 😉
Dejando el anuncio y la atracción de este a un lado, que gracias a la «empatía» ha sido un éxito y cumple su misión, debemos despertar nuestro espíritu de bondad ahora, o llámalo como quieras, es la única manera de que todo lo que nos rodea sea mejor y estemos más unid@s, y recuerda que el que siembra bondad recoge bondad, mira Justino, aunque lo único que no me gusta de esto es que luego cada día vamos apagando poco a poco ese espíritu una vez pasada la Navidad y las fiestas, y hasta el siguiente despertar. Y me incluyo, pero lo pienso cambiar.
Y tengo claro que si alguna vez tenemos que producir un anuncio de este calado lo haremos de esta misma manera, con sentimientos, no queremos usar otra formula, para esto no sirven, y de empatía vamos muy cargados.
Y bueno, por eso me gustan estos anuncios, y por eso te gustan a ti. ¿O no?
La más humilde y profesional enhorabuena de parte de desmárcate ¡YA! por el gran trabajo.
Te animo a comentar y dejar tu opinión sobre el tema o sobre si te pasa algo parecido, que seguro que si, o por si te has atrevido a leerlo con la canción de fondo ¿que te ha parecido?
Gracias por leer y saludos.
Una crónica tan emotiva como el propio anuncio. ¡Bravo, Jorge!
Muchas gracias Patricia, era la intención, toca ser un poco emotivo, llegan las fechas de la emoción más humana, aunque a veces demasiado superficial. Un abrazo y un saludo 😉