Realmente quieres posicionarte? En Google o en la memoria de tus seguidores?
Los que redactamos a menudo nos encontramos que los usuarios no acaban leyendo todos los contenidos, por lo que probablemente lleguemos a tener un buen posicionamiento pero si conseguimos conectar con el usuario no consigamos los objetivos.
Estamos cansados de leer y escribir que si keywords, que si la densidad de esas palabras clave, que si seamos originales y sobre todo interesantes… Vamos, que tenemos un batiburrillo de instrucciones antes de empezar a escribir o crear, eso os aseguro que lleva al síndrome del folio en blanco con una facilidad increíble.
Escritores, redactores y marketeers tenemos trucos para sacarnos de ese bache, pero ¿qué puede hacer una persona que no está acostumbrada a redactar y observar las normas de posicionamiento?
Mi consejo siempre acaba siendo el mismo, no escribas. Si vas a estar forzado no lo hagas, en el momento que sientas que no vas a poder dar un «producto» de calidad simplemente no lo entregues.
Si preguntas a una empresa especializada en redacción te aconsejarán que contrates a un redactor, si bien es un buen consejo cuando empiezas a exhibirte en los mundos de los blog, me temo que como no vayas con cuidado te puedes encontrar que los resultados no sean los que realmente espera tu audiencia. Por supuesto vas a tener un posicionamiento en buscadores brutal, pero a lo mejor son los seguidores los que no acaban de conectar con tus contenidos.
Un buen consejo que me dieron cuando empezaba en esto de la redacción es que no esperara publicar todos los días, ni que fueran diferentes temas y sitios, te acabas quemando y al final todo te suena a lo mismo.
Otro bueno fue que saliera a la calle, la comunicación básica se aprende en libros y leyendo, pero la avanzada se aprende conociendo realidades y explicándolas al mundo. Debo reconocer que hasta que no me puse delante de personas para intentar explicarles cosas no aprendí a escribir con responsabilidad.
Detectemos el problema.
Nos ponemos delante de, por ejemplo, un producto. Lo conocemos perfectamente, de hecho lo hemos ido ajustando hasta que tenido el resultado y la acogida que queríamos para él.
Nos abrimos en el PC el Keyword Planner de Google, empezamos a planificar las palabras con las que queremos destacar y posicionarnos, además usamos el Google trends y otras herramientas que nos ayudan a conseguir la optimización de las palabras clave.
Tenemos en una libreta un buen número de palabras clave, miramos el dossier del producto y nos vienen docenas de expresiones que usan nuestros clientes al adquirirlos o consumirlos y nos «afinamos» con las keywords a modo de diapasón.
Ahora ya estamos lanzados, empezamos la redacción y si lo tenemos todo en cuenta vamos a construir un contenido aséptico y sin sentimiento, los lectores se aburren de leer manuales de utilización y se limitan a leer en diagonal (contando que no se marchen del blog) Esto lo podemos ver en las tasas de rebote que nos proporciona Google Analytics que nos dice mucho del interés que tienen las personas por nuestros contendidos.
Date cuenta que en este mismo post llevamos unas quinientas palabras, el 60% de los que entren no van a llegar a leer este párrafo (aunque algunos van a compartir la entrada en las redes sociales)
Estoy seguro que una buena parte de la culpa de esto es por que simplemente no tengo la habilidad de enganchar a los seguidores, que no ofrezco recetas milagrosas y pseudo-gratuitas para conseguir hacerte millonario en un mes (Tengo un Citroën Saxo y no un Ferrari) y parece que el mundo se niega a aprender a trabajar con paciencia y perseverancia. Que todo el mundo busca la manera fácil de hacer las cosas. Bueno es lo que tiene el mundo actual.
Hablando de creatividad me viene a la memoria una frase de Picasso:
Es por eso que debemos tomar la técnica que nos funcione, no existe una fórmula mágica que llene nuestros dedos de palabras perfectamente enlazadas y con sentido… y además que le guste a las arañas de Google 😉
Espero haber sido capaz de explicar alguna de las razones por las que los usuarios no conectan con tus textos, probablemente debas salir un poco más a la calle para poder comprender cómo hacerlo mejor y ofrecerles lo que necesitan, no lo que tu quieres que ellos necesiten.
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