Estoy comprando algo para comer y escucho a dos señoras conversar, me llama la atención la conversación porque escucho keywords de Campaña de Navidad como por ejemplo: pavo, gambas, noche buena, Navidad, uvas. Me dejan flipando.

Ya están planificando las compras de Navidad, buscando productos al mejor  precio y organizando la cesta de la compra. A estas señoras las tendría que contratar una agencia de marketing, sin duda. Están elaborando toda una tabla DAFO de la operación Navidad en minutos.

Perpleja, paro el carrito de la compra y pienso que hay que reconocer que la campaña de Navidad es un filón en todos los ámbitos.Carnes, mariscos, pescados, frutas, bebidas y de lo más selectas «proporcional a los sueldos de cada uno», circulan por las mesas de muchos de nosotros en el mes de diciembre y eso se traduce en oportunidad de negocio para algunas empresas.

Se generan más puestos de trabajo, más movimiento en los mercados y CONSUMO en cantidades industriales.

El caso que yo aún tengo el biquini secándose en el tendedero y ya casi estamos asando las castañas con una copita de moscatel y delicias típicas de cada región  por el día de todos los santos y a la vez eligiendo el disfraz apropiado «contra más horripilante mejor «pues ahora también celebramos halloween» porque nos hemos vuelto muy  americanos.

Hablando de monstruos me acuerdo del spot con el que nos deleitaron , Montserrat Caballé, Rafael y demás artistas ciertas Navidades, que miedito, la verdad que era espantoso pero lo que dio de sí el spot no tiene precio.No sé si la agencia que lo realizó dio el campanazo a sabiendas o se les fue de las manos, porque nunca nada tan esperpéntico a dado tanto de sí, me temo, aunque también hay que sumar el ruido que hacen las redes sociales y sus «memes», si es que al final los que estamos en este lado no hacemos las cosas tan mal parece…

En fin que vivimos en un mundo creado por el consumismo,sí, donde se nos olvida que el tiempo es oro en todos los sentidos y se nos escurre entre las manos sin apenas disfrutar de las cosas y del valor de lo esencial.

El otro día escribí un post donde hablaba de segmentación a la hora de elegir nuestro cliente objetivo y ahora se me viene a la cabeza otro tipo de segmentación, la de un año entero, de Enero a diciembre, al más puro estilo comercial.

En mi mente visualizo el año y lo primero que se me viene a la cabeza es empezar Enero con un resacón del 15, culpa de ese cava o sidra que nos anuncian por la televisión, tan delicioso, burbujeante… y apenas unos días después, ahí estamos, desenvolviendo los regalos de reyes y si   resulta que no te ha gustado mucho el regalo que te ha hecho tu pareja, no pasa nada,  se compensará en febrero  para el día de los enamorados. ¿Qué tal regalar un cheque regalo de un viaje   pensado para semana santa que ya está a la vuelta de la esquina? eso sí, no podemos llegar a semana santa sin antes parar en marzo para celebrar  el día del padre  y después el de la madre por supuesto. Y como hemos saltado a mayo para contentar a  mamá, no olvidemos que en la escapada romántica de semana santa  planificamos  las próximas vacaciones de verano, que por cierto se esfuman en un plis ¿verdad? Igual que el dinero de nuestras cuentas corrientes.

Y en un pestañeo llega  esa vuelta al curro, con depresión post-vacacional incluida, sin obviar que a los papis y mamis se les  suma la gran locura de la «vuelta al cole»  con la música de fondo de la sintonía de ¡ ya llega el otoño en el corte ingles! , venga  a mudar el armario y …¡fíjate tú! que sigo aquí  apoyada en el carrito de la compra mientras las señoras  ya están en la caja con la compra hecha y yo en cambio, ahora mismo, no se si comprar castañas, cava, un pavo o volverme a casa solo con el pan.

Ahora que te hemos puesto en situación «incómoda»… ¿te ayudamos a estar preparado o esperas que haciendo lo mismo salgan resultados diferentes?

¿Hablamos?